Para Mauricio Fernández, alcalde de San Pedro, ser nota diaria no es un problema como para otros presidentes municipales, sino una estrategia que desde su candidatura ha utilizado con el afán de mostrarse como un ciudadano que quiere arreglar de una vez por todas el gran problema de inseguridad en México.
A diferencia de Felipe Calderón Hinojosa, Mauricio Fernández ha sabido utilizar el discurso de la lucha contra el narco para legitimizar su poder y haber ganado por segunda vez el cargo municipal en la ciudad de los ricos, San Pedro.
En su toma de protesta como alcalde, Mauricio Fernández informó sobre la muerte de un mafioso, antes que la policía encontrara su cadaver en la Ciudad de México, que lo había amenazado previamente. La audiencia lo aclamó cuando dijo que pasaría por encima de la ley para combatir al crimen en el municipio.
El suceso era impresionante, la entrada del nuevo alcalde a la ciudad representaba una esperanza para la ciudadanía sampetrina, al menos, alguien, aunque brincandose la ley, por fin tenía el carácter suficiente para combatir la inseguridad.
Hasta la fecha, el alcalde no ha hecho otro informe similar, pero sí ha mantenido su forma “sin pelos en la lengua”, “sin tapujos” o “con huevos”, como dice la gente, para mantenerse en la opinión pública, a conocimiento del ciudadano.
Sólo en esta semana el candidato logró difundir, en todos los medios locales, múltiples escándalos que le permiten crear una imágen autoritaria, proteccionista y claro, en contra del sistema de gobierno que no sabe cómo atacar el narco, a diferencia de él, y sí a favor del ciudadano.
Empezó con la clausura de varios casinos, mandar al carajo al gobierno y denunciar “a quien fuera responsable” de la detención de cuatro polícias municipales, pedir agravar el robo a casa, la discusión sobre la legalización de la mariguana, la entrevista que le realizó Al-Jazeera para dar conocer su estrategia anti crimen y, por último, hizo saber que quiere trato directo con el Ejército para implementar planes de seguridad en San Pedro.
Así fue como el alcalde se mantuvo en las primeras planas durante una semana, aunque en la realidad, Mauricio Fernández sólo intenta, de forma legal, combatir los problemas de seguridad básicos, como el robo... y sólo eso. Pero la gente está casi obligada a percibirlo como “un chingón” que “no tiene miedo en decir las cosas como son” y ser el único capaz de combatir el narco por el simple hecho que lo ve en la tele, el periódico, y las revistas a toda hora.
Seguramente, para Mauricio Fernández la frase “Crea fama y echate a dormir” debería componerse sólo de las dos primeras palabras.
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